miércoles, 5 de septiembre de 2007

Una mañana cualquiera...

Una mañana cualquiera de un día cualquiera (aunque si puede ser me pido que sea del finde porque hay más tiempo), en un lugar llamado MI CAMA, podría tener lugar una escena parecida a la que a continuación paso a relatar:
Dos bellas mujeres, cuerpos bronceados por el sol, duermen plácidamente muy juntitas. La Mujer 1 se despierta y encuentra su cuerpo atrapado entre los brazos de la Mujer 2, que duerme profundamente aunque la babilla le cae por un lado de la cara (esas cosas, desgraciadamente, suceden en la vida real). La Mujer 1, resignada, pues sabe que a la Mujer 2 aún le queda un rato para despertarse, decide matar el tiempo de espera ocupada en algo para no aburrirse. No son muchas las cosas que la Mujer 1 puede hacer en tan apretada situación y con tan pequeño margen de movimiento; básicamente todo se reduce a observar la cara de la Mujer 2 y a ello se entrega.
La Mujer 2, observa la Mujer 1, tiene rostro ovalado, cejas finas y ligeramente arqueadas, pestañas muy tupidas y también tiene dos hoyitos muy marcados en la cara. La Mujer 2 se mueve ligeramente y sonríe aun dormida, la Mujer 1 piensa que estará soñando con algo bonito y no pudiendo resistir la tentación mete su dedo índice en el hoyito, ahora muy marcado por la sonrisa, de la Mujer 2 que se despierta. La Mujer 1 que sabe que la Mujer 2 se ha despertado por su culpa, inicia maniobra de despiste:
-¿Es esto un lunar? - dice posando su dedo sobre el lunar que la Mujer 2 tiene junto a su nariz...
- Sí, es un lunar.
- ¿Y, esto es un lunar? - dice tocando uno pequeño en el brazo.
- Sí, es un mini-lunar.
- Me gustan los mini-lunares, son difíciles de encontrar.
- ¿Te gusta lo difícil de encontrar?
- Me gusta la búsqueda en si. Encontrar es el premio final.
- ¿Alguna búsqueda en perspectiva?
- Si, una bastante interesante y prometedora.
- ¿Sí?
- Sí, con tu permiso voy a iniciar una prospección por tu cuerpo en busca de más mini-lunares.
- ¿Y qué hago yo mientras tanto?
- Tú puedes intentar que no los encuentre refugiándote entre las sábanas y atrincherándote bajo el edredón.
- Eso es una batalla.
- Será una batalla en toda regla.
- Pues que sepas que esta posición ni caerá ni se rendirá fácilmente.
- Sería una completa decepción si lo hiciera.
De la encarnizada batalla que se libró después prefiero omitir los detalles para no herir la sensibilidad del lector . Tampoco podría decir quien ganó la batalla. Dejo al lector decida el final de esta mi historia como mejor le placiera.